Muchos de vosotros, queridos TODOS que me leéis o, al menos, eso deberíais hacer, ¡mamones!, ya sabéis que no hace mucho, me dejé arrastrar por la nueva ola que arrasa hoy en Internet. El Facebook, o como a muchos de vosotros os gusta decir, el Feisbu. Hoy, si no estás en el Feisbu, ¡estás muerto! cibersocialmente hablando. Pero este, es otro tema del que ya os hablaré en otro momento, porque da para mucho.
El caso es que hoy, uno de vosotros, uno de mis enemigos íntimos, por no decir el que más, ya que nuestros comienzos en el ciber espacio fueron un poco… ¿Cómo decirlo? ¿Tormentosos?, y con el que, además del Facebook y blogueros divinos, comparto la flor de mi secreto, ha deshojado una vez más la margarita (bueno, yo prefiero las camelias, pero para el caso…), y el muy canalla, me ha dejado en bolas delante de todas mis amistades, sin el más mínimo reparo, haciéndome lo que se llama, una verdadera radiografía sin anestesia y sin avisar. Aunque creo, todavía no lo se con seguridad, que el verdadero radiólogo ha sido otro enemigo íntimo muy querido por mi también, y al que adoro sin conocerlo. Y del que, mi enemigo más intimo, el que me ha dejado en bolas, está aprendiendo mucho bebiéndose todos sus sabios consejos en el arte de la vida. Y estas cosas, a una, pues como que la dejan de una pieza. Porque, no me negareis, queridos TODOS otra vez, que el hecho de que a una servidora, osease, la menda lerenda, le hagan un croquis exacto del alma que escondo, en este cuerpo serrano que dios me dio, y del que ya van quedando apenas unos simples retazos, sin tener el placer de habernos conocido, cuanto menos… Es ¡Inquietante! Que diría mi querida zapatilla.
Y tanto es así, y tanta la sorpresa, que he decidido transcribir literalmente aquí, lo que mi querido enemigo ha dejado colgado en el muro de mi Facebook, a disposición de todo aquel que quiera entrar a cotillear, porque se puede ser más habilidoso, pero no más certero.

Querida enemiga:
Llevo unos días pensando en ti y más de una vez has salido en mis conversaciones con un conocido que tenemos en común...
- "Qué divina es tu enemiga... Leer más íntima", me decía el otro día un bloguero que de divinismo entiende un rato...
- Sí si que lo es, pero creo que no tiene suerte en el amor...
- Las mujeres como ella tienen la especialidad de enamorarse de marichulos que le amargan la vida...
Y me quedé pensando....
Culta, guapa, dulce, independiente... y, sin embargo, sola
Hoy he visto tus zapatos y lo he visto.
Querida enemiga, no vengo a darte lecciones pero si te voy a comentar mi teoría en la que yo también me incluyo.
Una chica que calza esos zapatos asusta: asusta por su solvencia y su coraje, por sus risas y por su trato de tu a tu con los hombres.
Las mujeres forjadas entre hombres pero con una feminidad digna de una nominada a la mejor actriz de reparto asustan.
Enamora pero asusta... el hecho de que ellos sepan que no vas a depender de su trabajo para dar de comer al golfo bello y a la princesa aún no prometida, les acojona.
Ellos tienen a la sumisa en la cocina y a ti en sus sueños.
Querida enemiga...no nos deprimamos, las teorías están para que de repente venga otra y te las tire.
Hoy simplemente hemos deshojado un pétalo más de la flor de tu-mi-nuestro secreto.
Besos
Yo hubiera necesitado un blog entero para describirme. Y el canalla, viene, y en dos o tres frases… ¡¡¡ME DEJA EN BOLAS!!!