27 de septiembre de 2011

Y volviste... Ya lo sabía yo!!



Cada vez que aparecía, como se aparecen los muertos, ponía patas arriba toda su vida, su ánimo, su carma... Revolvía toda su rutina acomodada,  su paz conformada, volviendo a aparecer en los espejos, por los rincones, en los armarios, por los cajones. En las escenas de una película o en las letras hilvanadas de una canción, entre la páginas de  su libro de cabecera o por las rendijas de su ordenador... Una simple e inocente anécdota casera, como quedarse sin leche para el desayuno teniendo que recurrir al bote de leche condensada, lo traía de vuelta con tanta violencia como un fogonazo del alma abrasador.
Se repetía aquella escena de cocina que tantas veces la hizo sentir tan mal. Un desayuno apresurado en la penumbra del alba a base de agua caliente, café instantáneo y un buen chorro de leche condensada para engañar al estómago vacío, del mismo modo que durante la larga e intensa noche de mentiras y sexo, él   engañaba con premeditación y alevosía su cándido corazón, inundándola con su leche envenenada de mentiras mal disimuladas, que ella se tragaba por la mañana endulzando el mal trago con aquel dulce de leche.

Cada vez que aparecía, se hacía un poco más vieja intentando borrarlo por completo de su recuerdo, rascando y frotando con ahínco su corazón con un estropajo tejido de resentimientos y desengaños, tal cual  se limpiaba, antiguamente,  la plata en las casas nobles. Rogando y con el mazo dando para sus adentros, ¡Que fuera la última vez! que desapareciera para siempre, o simplemente, que... "algún día, para su mal, viniera a buscarlo la parca", tal y como escuchaba cantar por TV, en ese mismo instante, al amigo con el que, sin saber como ni de que manera, había intercambiado secretos íntimos del corazón. Eso, eso... ¡Que se lo lleve la parca! pensaba en su desesperación. Eso sería un gran descanso para sus ojos ajados de tanto llorar conteniendo la rabia y maldiciendo el día en que el destino, lo puso ante sus, entonces, grandes ojos almendrados ávidos de amor. Cada vez era un ... ¡¡Volver a empezar!! Y estaba tan cansada ya...

Cuantos más esfuerzos hacía por mirar hacia adelante, como si acabara de nacer y tuviera que ponerse en pie por primera vez, más intensas eran sus apariciones. Incluso había llegado a tener sueños premonitorios. Lo intuía, lo adivinaba, lo sentía cerca, tan cerca, que hubiera podido escuchar su respiración. Y cuando eso ocurría, era cuestión de tiempo... tic tac, tic tac, tic tac...  y el tiempo corría cada vez más rápido, tan rápido como cae la arena a través del angosto cuello de cristal de un reloj... tic tac, tic tac, tic tac... Con cada tic tac, se aceleraba su pulso tic tac, tic tac, tic tac... "adivinando el parpadeo de las luces que a lo lejos iban marcando SU retorno..." 
*El móvil parpadea... Lo mira con angustia... Un número sin registro en su agenda hace que tarde unos segundos, que se le antojan eternos, en decidirse a contestar... Como quien camina hacia el cadalso con la certeza de una muerte segura, se acerca agitada hasta el aparto para descolgar. Al otro lado una voz que le hace canturrear en silencio... "Yo adivino el parpadeo, de las luces que a lo lejos van marcando TU retorno. Son las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos hondas horas de dolor..." Y volviste... Ya lo sabía yo!! 

16 de septiembre de 2011

De vez en cuando tengo una debilidad... Pero solo,de vez en cuando



La otra noche, y la de antes, y la de más allá... El Otoño vi llegar y NO ESTABAS TÚ!!

Pero volverás, se que volverás... SIEMPRE VUELVES!!

3 de septiembre de 2011

NO VA A VALER LA PENA...

Hoy mi canción va especialmente dedicada a todas esas mujeres, y en particular a una, que lo han intentado mil veces, pero al final... "Si no es por una cosa, es por otra, pero siempre falla algún detalle!!"



Y hazme caso "que no... No,No,No, No vale la pena llorar como una Magda, Magdalena, por culpa de ese hombre culpable, seguro que no va a valer la pena!!"

Ya te lo dije hace mucho tiempo... y hoy te lo repito. No va a valer la pena!!