24 de febrero de 2009

RADIOGRAFÍA SIN ANESTESIA O DE CÓMO DEJARTE EN BOLAS…


Muchos de vosotros, queridos TODOS que me leéis o, al menos, eso deberíais hacer, ¡mamones!, ya sabéis que no hace mucho, me dejé arrastrar por la nueva ola que arrasa hoy en Internet. El Facebook, o como a muchos de vosotros os gusta decir, el Feisbu. Hoy, si no estás en el Feisbu, ¡estás muerto! cibersocialmente hablando. Pero este, es otro tema del que ya os hablaré en otro momento, porque da para mucho.
El caso es que hoy, uno de vosotros, uno de mis enemigos íntimos, por no decir el que más, ya que nuestros comienzos en el ciber espacio fueron un poco… ¿Cómo decirlo? ¿Tormentosos?, y con el que, además del Facebook y blogueros divinos, comparto la flor de mi secreto, ha deshojado una vez más la margarita (bueno, yo prefiero las camelias, pero para el caso…), y el muy canalla, me ha dejado en bolas delante de todas mis amistades, sin el más mínimo reparo, haciéndome lo que se llama, una verdadera radiografía sin anestesia y sin avisar. Aunque creo, todavía no lo se con seguridad, que el verdadero radiólogo ha sido otro enemigo íntimo muy querido por mi también, y al que adoro sin conocerlo. Y del que, mi enemigo más intimo, el que me ha dejado en bolas, está aprendiendo mucho bebiéndose todos sus sabios consejos en el arte de la vida. Y estas cosas, a una, pues como que la dejan de una pieza. Porque, no me negareis, queridos TODOS otra vez, que el hecho de que a una servidora, osease, la menda lerenda, le hagan un croquis exacto del alma que escondo, en este cuerpo serrano que dios me dio, y del que ya van quedando apenas unos simples retazos, sin tener el placer de habernos conocido, cuanto menos… Es ¡Inquietante! Que diría mi querida zapatilla.
Y tanto es así, y tanta la sorpresa, que he decidido transcribir literalmente aquí, lo que mi querido enemigo ha dejado colgado en el muro de mi Facebook, a disposición de todo aquel que quiera entrar a cotillear, porque se puede ser más habilidoso, pero no más certero.



Querida enemiga:
Llevo unos días pensando en ti y más de una vez has salido en mis conversaciones con un conocido que tenemos en común...
- "Qué divina es tu enemiga... Leer más íntima", me decía el otro día un bloguero que de divinismo entiende un rato...
- Sí si que lo es, pero creo que no tiene suerte en el amor...
- Las mujeres como ella tienen la especialidad de enamorarse de marichulos que le amargan la vida...
Y me quedé pensando....
Culta, guapa, dulce, independiente... y, sin embargo, sola
Hoy he visto tus zapatos y lo he visto.
Querida enemiga, no vengo a darte lecciones pero si te voy a comentar mi teoría en la que yo también me incluyo.
Una chica que calza esos zapatos asusta: asusta por su solvencia y su coraje, por sus risas y por su trato de tu a tu con los hombres.
Las mujeres forjadas entre hombres pero con una feminidad digna de una nominada a la mejor actriz de reparto asustan.
Enamora pero asusta... el hecho de que ellos sepan que no vas a depender de su trabajo para dar de comer al golfo bello y a la princesa aún no prometida, les acojona.
Ellos tienen a la sumisa en la cocina y a ti en sus sueños.
Querida enemiga...no nos deprimamos, las teorías están para que de repente venga otra y te las tire.
Hoy simplemente hemos deshojado un pétalo más de la flor de tu-mi-nuestro secreto.
Besos

Yo hubiera necesitado un blog entero para describirme. Y el canalla, viene, y en dos o tres frases… ¡¡¡ME DEJA EN BOLAS!!!

21 de febrero de 2009

Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio…

Este no era el post que tenía pensado escribir hoy, pero como siempre, queridos TODOS que me leéis, esta que aquí escribe, la menda lerenda, como siempre, y para no dejar de ser una misma ni aunque caigan chuzos de punta sobre el corazón, buscando imágenes y música con la que ilustrar el post que estaba dispuesta a colgar hoy para arrancaros una sonrisa, se fue por donde siempre, por los cerros de Úbeda, ¿Por donde si no? Como la cabra que llevo dentro desde el día en que mi madre me parió. Y, ¿Sabéis como he acabado? Llorando como una tonta, sola, mis cuatros paredes, mis recuerdos y yo. Me pegao una pechá a llorar, que ni María Magdalena me hace sombra. Llorando por todas las cosas buenas que la vida me ha regalado, por todos esos amigos a los que tanto echo de menos, por esos locos bajitos tan maravillosos que vete tú a saber quien, ¡Oiga Usted!, me dio. Por todo lo vivido, por todo lo sufrido, por todo lo llorado, por todo lo reído, por todo lo encontrado y por todo lo perdido… Por la suerte y la estrella que, sinceramente, me ha acompañado toda mi vida, y espero que no deje de hacerlo. Y así estoy yo sin ti, como un pato en le manzanares…. Sin ti que tanto me hiciste reír, sin ti que tanto me hiciste disfrutar de la vida, sin ti que tantas veces me sorprendiste, sin ti que tantas veces me hiciste llorar, sin ti que tantas veces me hiciste soñar, sin ti que a fuerza de cariño me hiciste crecer, que me enseñaste a vivir… ¡Niño! Deja ya de joder con la pelota… Ha sido como, si de repente, y sin buscarlo, aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas, se salieran del cajón por overbooking.



Y la verdad, tras muchos intentos por no llorar, me dicho un ¡ea! De esos que se dice mi grelinno (y Max, que Max también es muy de decirse un ¡ea!) de vez en cuando, y he pensado ¿y porqué no? Y he llorado a moco tendido, como hacía muchísimo tiempo que no lloraba. Con sentimiento profundo y duro... Sentimiento de ese que te desgarra el alma por dentro, pero que a la vez, te reconforta. Ha sido como decir: ¡Esta bien! Esta torre del oro y olé, ya no puede más y necesita ¡LLORAR! ¡Niño! Que eso no se dice, que eso no se hace, que eso… ¡No se toca!

Y oyeSSSS… ¡Lo agusto que me quedao!




NOTA: (Pa ti) Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio. (J.M.Serrat)

14 de febrero de 2009

San Valentín o San Colorín colorado este cuento se ha acabado... ¡Ya no quiero tu veneno!

Recuerdo hace años, cuando mi querida Canalla escribía de forma prolífica en su blog, que en una de tantas y tantas veces, en la que se dio el guarrazo una vez más, y entiéndase guarrazo, por la hostia en todos los morros que te viene, sin saber muy bien por donde, cuando tu querido enamorado te dice…¡Se sienteeee…! Y te quedas compuesta y sin novio y pensando… “Pero que he hecho yo para merecer esto!?...”, un día, harta de tanto despropósito amoroso, (Yo no he conocido a nadie en mi vida tan proclive al enamoramiento erróneo como ella, y mira que yo… ¡Tengo querencia), escribió un post memorable en referencia al personajillo este con forma de querubín inofensivo, en teoría…, e icono de uno de los días más estúpidos, a mi entender, del calendario romano. El día de San Valentín, para mi, lo más parecido al día de Todos los Santos Inocentes, porque no creo que haya un día en que haya más “santos inocentes” (enamorados hasta las trancas no correspondidos), llorando por los rincones, ya que, encima, viene el Cupido este jodío, a recordárselo. Día en que Cupido, está más ocupado que papá Noel en Nochebuena. Día que es como una especie de recordatorio para todos los que se quieren a rabiar, y cuando digo rabiar, digo bien, porque como se te pase… Es muy posible que tengan que vacunarte contra la rabia por mordida de enamorad@ en crisis nerviosa. Que digo yo, que si tan enamorados están… Para que necesitan que se lo recuerde nadie???... En fin, a lo que iba. Recuerdo aquel post memorable, porque era una queja en toda regla hacía el susodicho angelito de cabellos de oro, que con tan mala fortuna se empeñaba en lanzar sus flechas sobre ella, pidiéndole, por favor, que se olvidara de ella por un tiempo o que se quitara la venda de los ojos antes de tirar a dar. A partir de ese día, esta que os escribe, osease la menda lerenda, no ha dejado de imaginarse al tal Cupido, como ¡Un angelito cabrón y miope que no da una! y como después, con el paso de los años, he podido comprobar.

Por eso hoy precisamente, queridos TODOS que me leeís, aunque os quiera mucho, sintiéndolo en lo más profundo de mi corazón trasero, yo le regalo un calvo, eso sí, con mucho amor, por ser el día que es, y si solo me queda decirle que, colorín colorado, este cuento se a acabado y… ¡ya no quiero tu veneno!

8 de febrero de 2009

Una de Romanos o Bienvenido Mr.Darek

El viernes por la mañana, cuando baje, como de costumbre a desayunar a mi cafetería preferida, “Casa vella” que no bella, entendámonos, a unos 25 pasos de distancia de la puerta de mi casa, para cumplir con mi cita diaria de marujas reunidas geyper, a pesar de haber pasado la noche anterior completamente en blanco y luciendo unas ojeras que me llegaban al ombligo, me encontré con una de mis marujas preferidas, más por lo fashion victim que es, que por los vínculos que me unen a ella, que no son otros que hablar de los últimos acontecimientos sociales más Vip de la esfera social Valenciana y parte del extranjero, porque la tía es como Dios… está en todos los fregaos, ¡Coño! Y a la que, a pesar de todo, le guardo un especial cariño por ser buena gente. Y así, tal cual aterrizo, después de casi dos semanas de faltar a mi cita, y completamente ignorante del revuelo que se podía respirar en el ambiente, me suelta un… “A las 11,30 es la rueda de prensa para presentar la película. ¡Vente!” (Película en la que su hijo interviene con un papel secundario y de la que, como no podía ser de otra forma, su señor marido, y coproductor de la misma, según me informan, cosa que no puedo confirmar en este momento, ya me había dado debida cuenta no hacía mucho, cuando el equipo se presentó en Valencia”). Ahí comencé a entender el porqué del desaguisado que se estaba cociendo en el pueblo, y más concretamente, en mi calle, con el tema coches y aparcamiento.

Pues sí, queridos TODOS que me leéis, o eso me gustaría mí, claro. Hoy, os voy a contar una de romanos, o de cómo, Mr. Darek, nuestro querido y ya popular Darek, el de la Obregón, el de la Puri de Yo soy Bea, esa especie de armario empotrao que toda fémina sueña en sus más inconfesables fantasías meter entre sus sábanas, siempre y cuando, no abra demasiado la boca más que lo justo y necesario para la ocasión y sus menesteres, ha aterrizado este fin de semana en mi pueblo.

De izq a drch. Darek, Verónica Mengod,Miguel Ángel Fabré,Ciro Miró, Miky Molina, Salvador Tarazona.

Para ser exactos, ha aterrizado a 50 ms escasos de mi casa, más concretamente en el Ayuntamiento, en forma de centurión romano y revolucionado a toda la peña marujil en día de mercado, (un espectáculo, el de la peña marujas unidas jamás serán vencidas, digno de una película pero… de Almodóvar, os lo puedo asegurar). El, y toda la corte del rey faraón. Para lo cual, hubo que despejar de coches toda mi calle, como si llegaran al pueblo Los Americanos de Berlanga, jajajaja… (Lo siento pero es que no puedo evitarlo), y que viene dentro del paquete para el rodaje de la opera prima de Miguel Ángel Fabré, The Sidone, (superproducción Hispano-Americana de 8 millones de euros de presupuesto), entre los que se incluyen, Ciro Miró en el papel protagonista, Jesucristo. El ya conocido y no menos polémico, Miky Molina en su papel de Judas, que para nada ha defraudado a la peña dejando bien alto su estandarte como personaje polémico en cuanto ha podido, y aquí solo me cabe desearle que su madre se recupere cuanto antes... Verónica Mengod en el papel de María Magdalena, Vanesa Romero, Antonio Espigares y el actor nobel e hijo de este mi pueblo, a la vez que de mi amiga, mi querida maruja fashion victim, y comadre de tertulias vespertinas de marujas reunidas geyper, Salvador Tarazona. Pero en este caso concreto, y por prudencia y consideración, esto es otra historia que con vuestro permiso, guardaré para mí…
Y dicho sea de paso, los entendidos en la materia y su señora madre, con todos mis respetos para su señora madre de Miguel Ángel Fabré, sabrán quien es, pero para una servidora… como si fuese el mismísimo hombre invisible. Porque analfabeta en estos temas, no me cabe la menor duda en el orgullo, que lo soy. Ignoro por completo quien puede ser, pero seguramente, pronto sabremos quien es, debido a las ampollitas, o cuanto menos, a la polémica, que su film puede levantar.

De entrada, el cura de mi pueblo, y me consta que de muchos otros también, ya les ha vetado para rodar en la Iglesia, nada que tenga que ver con la Sábana Santa y mucho menos, con clones de Jesucristo imaginarios. Por mucho que el Señor Micky Molina diga que nuestra biblioteca es de admirar y que le gustaría vivir en este mí querido y, a la vez, odiado pueblo. A lo que yo solo tengo que decir… “¡Venga usted cuando quiera, Sr. Molina! A este pueblo le vendría muy bien unas cuantas dosis de adrenalina y entretenimiento extra, que sin duda con su presencia estarían aseguradas, para que se diera cuenta, el mismo pueblo, y sin duda sus habitantes, de que, más a allá de los arrozales, también hay vida” Y si es preciso, montamos una de romanos y cantamos bienvenido Mr. Darek, ¡Pero venga!

NOTA: Lo mejor de todo este follón, fue ver a dos queridos amigos, salir del Ayuntamiento vestidos como dos auténticos policías, jaaaaaaaaaaaaaaaa… ¡Todavía no me he repuesto de la impresión! Apuesto a que semejante aportación semi desinteresada a la película, traerá cola… si lo sé yo.



6 de febrero de 2009

Masquerade o Carnaval… que es lo mismo, que lo mismo me da

Durante todo este mes de Febrero se celebran, en casi todos los rincones del mundo, las tan esperadas fiestas de Carnaval, fiestas de invierno, o como antiguamente se conocían, fiestas paganas que precedían a la cuaresma para los católicos. Sí, justo en esos días anteriores a que viniera tu madre, tu tía o tu abuela, jodiéndote todos los viernes con el dichoso pescado, y privándote de un buen filete con patatas y huevo, ya que en mi época, no existía eso de la hamburguer. Lo más parecido era, una longaniza embutida en tripa de cerdo. Y precisamente este embutido, era el menos apropiado en esos días, ya que habréis de reconocerme, queridos TODOS que me leéis, que el dichoso embutido tiene muchas connotaciones fálicas como para comerlo en cuaresma, donde no solo nos privaban a los niños de comer carne, sino que a los adultos, además se les privaba de mirar, oler, chupar, morder, o tocar, todo placer carnal que pudiera excitar los sentidos y conducirte a la depravación.
Bien, a lo que iba es, porque ya me estoy yendo yo por los cerros de Úbeda, que estas fiestas de despendole, que es en lo que se han convertido hoy en día, y este año ¡No lo quiero ni pensar! con la crisis que hay y la gente con más ganas que nunca de echarse unas risas y desconectar, siempre han provocado en mí una fascinación tremenda.

Pues a mí, todo lo que sea transgresor, prohibido, provocador, turbulento, aventurado, comprometido y si me apuras, con un toque de morbo, lujuria y desenfreno, me atrae más que, a una abeja un panal de rica miel.
Y, ¿Qué hay más morboso y lujurioso, que esconderse detrás de una máscara y dar rienda suelta a todas tus carnes y a toda tu imaginación, sintiéndose libre cual pajarillo volador? Abriendo toriles y dando suelta a toda esa parte de ti, que existe, pero que por norma no sueles dejar salir… El payaso, el niño, el dominador, el superhéroe, el ángel, el demonio, el zorro o la loba que llevas dentro… ¡NADA!
Por otro lado, como buena géminis que soy, dual por los cuatro costados, no se hacer nada sin meterle al tema un toque de glamour y una buena dosis de romanticismo, aunque sea para comerme una buena longaniza embutida en una tripa de cerdo… Y, puestos a escoger, ¿Qué hay más romántico y glamuroso que un carnaval en Venecia? Un baile de máscaras en un palacete veneciano o un paseo en góndola a la luz de la luna… ¡NADA!
Pues a estas alturas del post, esta que aquí escribe, con más rabia que gracia, y digo rabia, porque todos los años por estas fechas, me deprimo como un jilguero en una jaula, cada vez que entro aquí y veo, el jolgorio y la jarana que se tienen montada los italianos de esta ciudad que un día me cautivó, dándome ganas de salir corriendo con lo puesto y pillarme el primer billete de avión con destino a la ciudad de los canales… Todavía, a pesar de los años que esta alma arrastra, a pesar de lo vivido, y a pesar de lo corrido (no me seáis mal pensados, queridos TODOS que me leéis, que ya os estoy viendo esa cara de bordes que ponéis), por estos mundos de Dios, sigue teniendo muchas asignaturas pendientes, y una de ellas es esta. Correrme una Masquerade o un carnaval en Venecia, que es lo mismo que lo mismo me da.



NOTA: Para estos carnavales en crisis, si que os deseo que seáis ¡MALOS… MUY MALOS! Y dar rienda suelta a vuestra imaginación. No os arrepentiréis…

3 de febrero de 2009

Té con vainilla o un mar de dudas...


Siempre cuando empiezo un pots, tengo claro el título que le voy a poner. Tanto es así, que uno de vosotros, queridos TODOS que me leíais, uno de esos que entraban en mi antiguo blog y que no era quien decía ser, pero que al final resultó ser muy entrañable para mi, (Joao, mi Joao, el que me comparaba con un Té con vainilla), siempre me decía, que no sabía como, pero le encantaba el hecho de que siempre me las arreglara para enlazar el principio y el final de mis pots. Lo que él no sabía, era que yo tampoco sabía como lo hacía, jajaja… Pero lo hacía.
Pues bien. Hoy, sinceramente, no tengo ni puñetera idea de cómo voy a titular lo que aquí deje escrito. Y os explico la razón de esta sin razón. No se como calificar este sentimiento que me invade en este preciso momento en que escribo. Porque lo cierto es que, en esta nueva etapa bloguera que comienzo, tenía pensado empezar con una especie de confesión abierta para que, sobre todo, los que venís leyendo desde hace tiempo, pudierais entender los desvaríos de mi última etapa bloguera. En resumen, tenía pensado entrar ¡Matando!
Matando todos mis fantasmas, del mismo modo que un día, me fui, desaparecí y me quité de en medio, de una de las situaciones personales más duras que jamás me tocó vivir ¡Matando! Sí. Por una vez en mi vida, aunque a muchos de los que me conocen les pueda parecer imposible, conseguí ser “cruel”, y nadie sabe el desgaste físico que tuve que pagar. El arancel fue caro, muy caro, pero lo pagué y ¡Maté! y una vez superado, y encauzada mi vida de nuevo, comencé a caminar,… Aunque ya nada fue igual.


Pero la vida es caprichosa, y cuando menos te lo esperas, como le pasó a Diane Keaton, cuando más segura se siente una, siempre ocurre algo que viene a desestabilizarlo todo de nuevo. Cuando crees que estás pisando suelo firme, de repente, un día, te das cuenta que tan solo haces equilibrios sobre la delgada línea del abismo de tu corazón, y la más leve vibración, el más leve movimiento, te puede hacer caer sin poder evitarlo, con la misma facilidad que caen las plumas de la boa de una Súper Star. Empiezas a dudar, te paras en mitad de la delgada línea, mirando a tu alrededor y a la gente que te observa desde su palco conteniendo la respiración, esperando que no cometas un error precipitándote al vacío. Mientras, a ti, por dentro, te invade el pánico del mismo modo que el fuego engulle lentamente un trozo de papel, y empiezas a flaquear, sabiendo que vas a desilusionar al respetable, o lo que es peor… ¡Vas a defraudar! Miras hacia abajo calculando, cuan dura puede ser la caída, y empiezas a sentir un vértigo paralizador que te bloquea y no te deja pensar, actuar, continuar… Miras hacia atrás, comprobando el camino que has conseguido andar sola, sin defensas, lo que dejaste atrás con tanto esfuerzo y decisión. Aquello que tanto te dolió y dejó una huella indeleble para que no pudieras olvidar jamás. Y miras hacia delante, y reparas en el camino que todavía te queda por andar hasta llegar a tu objetivo, el final del camino. Y piensas… lo cansada que estás de caminar.


Y aun así, aun sabiendo lo que eso supone, al mismo tiempo y por un instante, pienso en lo que haría cuando nadie me ve, que cantaba Alejandro Sanz, y siento la necesidad de dejarme llevar por la marea, por el impulso de dar media vuelta y salir corriendo. Desandar todo lo andado, siguiendo esa melodía que me atrae y que no deja de sonar, una y otra vez, como tantas veces sonó en la lejanía de mis largas noches de insomnio o en mis peores pesadillas, a lo largo de mi lento, pero firme caminar por la delgada línea del abismo de mi corazón, a modo de hechizo hecho canción, al igual que Ulises, siguió su canto de sirenas. Solo que esta vez, no suena en mis noches de insomnio ni en mis pesadillas. Esta vez, está sonando de verdad y aquí ando yo, debatiéndome conmigo misma y tambaleándome en este mar de dudas sin poderlo evitar... Pero que no cunda el pánico, queridos TODOS que me leéis. Porque, aunque siga sin ser capaz de titular el post, como he dicho antes, se trata de un impulso que dura lo que dura un instante, y si algo no ha cambiado en mi, es mi fuerte intuición y la herida indeleble que un día me dejó y que, no en vano está ahí. Y cuando la intuición no me deja dormir, es cuando esta sirena reniega de soldaditos marineros, y se pregunta ¿porqué después de un invierno malo, una mala primavera, andas buscando una lágrima en la arena?…


NOTA: Juro por la virgenytoslosantos que este es el post más dificil y que más me ha costado escribir de todos cuantos he escrito en estos casi cuatro años.

NOTA bis: Creo que ya se pueden dejar comentarios sin estar registrado ni leches en vinagre...