

Como es sabido ya, queridos TODOS que me leéis, a lo largo de estos años escribiendo en este blog, la menda lerenda, osease moi, que diría mi queridísimo grelinno, ha pasado por sucesivos y recurrentes resurgimientos, cual Ave Fénix al uso, tras otros tantos, sucesivos y recurrentes, palos vitales, traiciones, felonías, desilusiones, decepciones, ingratitudes, etc, etc.… Y de todos ellos, de una forma u otra, he conseguido salir más o menos airosa, teniendo como lema, a modo de himno personal, o life motive, un tema que al parecer, fue causa de un largo y polémico litigio por su autoría, entre Paul Anka y Claude François, muriendo este último sin llegar a saber que perdió el litigio, siendo Paul Anka indemnizado con alrededor de 70 millones de dólares por los royalties en el año 2002, después de que muriera quien la popularizó de forma universal, “La voz”, mi idolatrado Frank Sinatra. Tema que ha estado presente y acompañándome siempre en mis dos casas virtuales en el apartado “sobre mi”, y que no se si me gusta más en francés, “Comme d´habitude”, en Inglés “My Way”, o en español “A mi manera” Como siempre he tratado de vivir, y creo que he vivido, apechugando con todas sus consecuencias. Lo cual, no es nada fácil, y ya os lo digo yo desde aquí.
Esta vez, no se trata de resurgir de mis cenizas, no he de aprender a levantar el vuelo de nuevo. Esta vez se trata de una metamorfosis to my way, a mi manera, que lleva desarrollándose dentro de mí desde el día en que nací, yo creo. Cuando nacen, los insectos tienen una forma muy diferente de la que será su forma adulta. Primero, del huevo sale una larva con forma de gusano. Esta se alimenta y crece mucho, hasta que llega un momento en que su actividad se detiene. A continuación, pasa al estado de pupa, el más costoso y difícil a mi entender. Su piel se endurece y en su interior se producen muchos cambios. A veces se encierra en el interior de un capullo o crisálida. Por último, la pupa se abre y de ella sale un insecto adulto.
Esta vez, no se trata de resurgir de mis cenizas, no he de aprender a levantar el vuelo de nuevo. Esta vez se trata de una metamorfosis to my way, a mi manera, que lleva desarrollándose dentro de mí desde el día en que nací, yo creo. Cuando nacen, los insectos tienen una forma muy diferente de la que será su forma adulta. Primero, del huevo sale una larva con forma de gusano. Esta se alimenta y crece mucho, hasta que llega un momento en que su actividad se detiene. A continuación, pasa al estado de pupa, el más costoso y difícil a mi entender. Su piel se endurece y en su interior se producen muchos cambios. A veces se encierra en el interior de un capullo o crisálida. Por último, la pupa se abre y de ella sale un insecto adulto.

Pues bien, esta vez, no saldré convertida en pájaro, sino en algo más propio de la estación que acabamos de estrenar, nuestra ansiada PRIMAVERA que la sangre altera, es decir, espero, y deseo, con todas mis fuerzas, salir convertida en una majestuosa Mariposa o Butterfly, frágil al tacto, pero hermosa por fuera y por dentro, grácil, poderosa y portentosa en sus movimientos. A las mariposas no puedes encerrarlas en una jaula como a los pájaros. El que me quiera tener entre sus manos, tendrá que ser exquisito y andarse con cuidado de no tocar mis alas, de lo contrario, dejaría de volar para, al final, morir de agotamiento. Y esto no es vanidad ni egocentrismo, sino determinación. Y tras este largo y duro periodo de transformación que han supuesto para mí, estos dos últimos años en estado de Pupa, más parecido al que sufre el personaje de la novela de Franz Kafka “LA METAMORFOSIS”, según una de las variadas interpretaciones que podemos hacer, sin entrar en valoraciones políticas, (aquí explica a las mil maravillas, el porqué y el como de su transformación), y de la misma forma que Gregor Samsa provoca un cambio en él, a lo largo de la búsqueda de ese conocimiento que sólo se adquiere, viajando, trabajándolo y desarrollándolo, en algo que no es comprendido por su familia por simple desconocimiento de lo que dentro de él ocurre, yo también he seguido un proceso parecido, así como otras transformaciones físicas por todos conocidas, y que aun continúan, (ahora trato de hacer desaparecer este moreno tan misterioso y agresivo de mi aspecto, para quedarme en un estado intermedio entre la dulzura y la candidez de los rubios castaños. Es decir, ni tonta del bote, ni Mata Hari, jajaja…) tratando de llegar a encontrarme realmente cómoda dentro de la crisálida en la que todavía me encuentro en estado de ninfa, ya que yo ¡No pienso convertirme en un escarabajo pelotero!, y tras una leve disputa conmigo misma y con la insoportable levedad del ser, O mejor debería decir, de ESE ser Impresentable… de él (pero eso es otro tema del que ya os hablaré algún día), parece que la crisálida a empezado a resquebrajarse y una vez más se va a completar la METAMORFOSIS TO MY WAY… A mi manera.
Y ahora que el fin cerca está, y pronto afrontaré el telón final, amigos míos, hablare claro, expondré mi caso del cual estoy seguro.
Viví, una vida llena, viaje por todos y cada uno de los caminos y más, mucho más que eso, lo hice a mi manera.
¿Arrepentimientos?, he tenido unos pocos, pero muy pocos como para mencionarlos otra vez. Hice lo que tenía que hacer, y lo vi todo sin excepción.
Planifiqué cuidadosamente cada curso trazado, cada paso a lo largo del camino, y más, mucho más que esto, lo hice a mi manera.
Si, hubo momentos, estoy seguro que lo sabíais, cuando mordía más de lo que podía masticar, pero a pesar de todo, cuando hubo dudas, las expulsé escupiéndolas.
Lo afronté todo y estuve orgulloso, y lo hice a mi manera. He amado, he reído y llorado. Tuve mis fallos y me tocó perder. Y ahora, cuando las lagrimas ceden, lo encuentro todo tan divertido...
Pensar que hice todo eso, tal vez poder decir, sin timidez, ah no, oh no, yo no… Yo lo hice a mi manera.
¿Y que es un hombre y todo lo que ha conseguido? Si no es él mismo, entonces no tiene nada. Decir las cosas que uno realmente siente y no las palabras de alguien que se arrodilla.
Mi historia muestra que asumí los golpes, y lo hice a mi manera.
Viví, una vida llena, viaje por todos y cada uno de los caminos y más, mucho más que eso, lo hice a mi manera.
¿Arrepentimientos?, he tenido unos pocos, pero muy pocos como para mencionarlos otra vez. Hice lo que tenía que hacer, y lo vi todo sin excepción.
Planifiqué cuidadosamente cada curso trazado, cada paso a lo largo del camino, y más, mucho más que esto, lo hice a mi manera.
Si, hubo momentos, estoy seguro que lo sabíais, cuando mordía más de lo que podía masticar, pero a pesar de todo, cuando hubo dudas, las expulsé escupiéndolas.
Lo afronté todo y estuve orgulloso, y lo hice a mi manera. He amado, he reído y llorado. Tuve mis fallos y me tocó perder. Y ahora, cuando las lagrimas ceden, lo encuentro todo tan divertido...
Pensar que hice todo eso, tal vez poder decir, sin timidez, ah no, oh no, yo no… Yo lo hice a mi manera.
¿Y que es un hombre y todo lo que ha conseguido? Si no es él mismo, entonces no tiene nada. Decir las cosas que uno realmente siente y no las palabras de alguien que se arrodilla.
Mi historia muestra que asumí los golpes, y lo hice a mi manera.
Sí,… fue a mi manera.
NOTA: ¡Gracias por pensar en mí! Querido… Al final, estoy segura, que lo has comprendido.