3 de febrero de 2009

Té con vainilla o un mar de dudas...


Siempre cuando empiezo un pots, tengo claro el título que le voy a poner. Tanto es así, que uno de vosotros, queridos TODOS que me leíais, uno de esos que entraban en mi antiguo blog y que no era quien decía ser, pero que al final resultó ser muy entrañable para mi, (Joao, mi Joao, el que me comparaba con un Té con vainilla), siempre me decía, que no sabía como, pero le encantaba el hecho de que siempre me las arreglara para enlazar el principio y el final de mis pots. Lo que él no sabía, era que yo tampoco sabía como lo hacía, jajaja… Pero lo hacía.
Pues bien. Hoy, sinceramente, no tengo ni puñetera idea de cómo voy a titular lo que aquí deje escrito. Y os explico la razón de esta sin razón. No se como calificar este sentimiento que me invade en este preciso momento en que escribo. Porque lo cierto es que, en esta nueva etapa bloguera que comienzo, tenía pensado empezar con una especie de confesión abierta para que, sobre todo, los que venís leyendo desde hace tiempo, pudierais entender los desvaríos de mi última etapa bloguera. En resumen, tenía pensado entrar ¡Matando!
Matando todos mis fantasmas, del mismo modo que un día, me fui, desaparecí y me quité de en medio, de una de las situaciones personales más duras que jamás me tocó vivir ¡Matando! Sí. Por una vez en mi vida, aunque a muchos de los que me conocen les pueda parecer imposible, conseguí ser “cruel”, y nadie sabe el desgaste físico que tuve que pagar. El arancel fue caro, muy caro, pero lo pagué y ¡Maté! y una vez superado, y encauzada mi vida de nuevo, comencé a caminar,… Aunque ya nada fue igual.


Pero la vida es caprichosa, y cuando menos te lo esperas, como le pasó a Diane Keaton, cuando más segura se siente una, siempre ocurre algo que viene a desestabilizarlo todo de nuevo. Cuando crees que estás pisando suelo firme, de repente, un día, te das cuenta que tan solo haces equilibrios sobre la delgada línea del abismo de tu corazón, y la más leve vibración, el más leve movimiento, te puede hacer caer sin poder evitarlo, con la misma facilidad que caen las plumas de la boa de una Súper Star. Empiezas a dudar, te paras en mitad de la delgada línea, mirando a tu alrededor y a la gente que te observa desde su palco conteniendo la respiración, esperando que no cometas un error precipitándote al vacío. Mientras, a ti, por dentro, te invade el pánico del mismo modo que el fuego engulle lentamente un trozo de papel, y empiezas a flaquear, sabiendo que vas a desilusionar al respetable, o lo que es peor… ¡Vas a defraudar! Miras hacia abajo calculando, cuan dura puede ser la caída, y empiezas a sentir un vértigo paralizador que te bloquea y no te deja pensar, actuar, continuar… Miras hacia atrás, comprobando el camino que has conseguido andar sola, sin defensas, lo que dejaste atrás con tanto esfuerzo y decisión. Aquello que tanto te dolió y dejó una huella indeleble para que no pudieras olvidar jamás. Y miras hacia delante, y reparas en el camino que todavía te queda por andar hasta llegar a tu objetivo, el final del camino. Y piensas… lo cansada que estás de caminar.


Y aun así, aun sabiendo lo que eso supone, al mismo tiempo y por un instante, pienso en lo que haría cuando nadie me ve, que cantaba Alejandro Sanz, y siento la necesidad de dejarme llevar por la marea, por el impulso de dar media vuelta y salir corriendo. Desandar todo lo andado, siguiendo esa melodía que me atrae y que no deja de sonar, una y otra vez, como tantas veces sonó en la lejanía de mis largas noches de insomnio o en mis peores pesadillas, a lo largo de mi lento, pero firme caminar por la delgada línea del abismo de mi corazón, a modo de hechizo hecho canción, al igual que Ulises, siguió su canto de sirenas. Solo que esta vez, no suena en mis noches de insomnio ni en mis pesadillas. Esta vez, está sonando de verdad y aquí ando yo, debatiéndome conmigo misma y tambaleándome en este mar de dudas sin poderlo evitar... Pero que no cunda el pánico, queridos TODOS que me leéis. Porque, aunque siga sin ser capaz de titular el post, como he dicho antes, se trata de un impulso que dura lo que dura un instante, y si algo no ha cambiado en mi, es mi fuerte intuición y la herida indeleble que un día me dejó y que, no en vano está ahí. Y cuando la intuición no me deja dormir, es cuando esta sirena reniega de soldaditos marineros, y se pregunta ¿porqué después de un invierno malo, una mala primavera, andas buscando una lágrima en la arena?…


NOTA: Juro por la virgenytoslosantos que este es el post más dificil y que más me ha costado escribir de todos cuantos he escrito en estos casi cuatro años.

NOTA bis: Creo que ya se pueden dejar comentarios sin estar registrado ni leches en vinagre...

8 comentarios:

  1. precioso.

    y es que, mj, !la hora más oscura de la noche es la que antece al alba"... Quizás sumida en ese invierno, que creías que no cesaba, no te diste cuenta de que el sol lo tenias fente al espejo...
    un beso y un té, un té con vainilla!

    ResponderEliminar
  2. Bueno querida mia... ya que mi PC del curro esta mas capao que un eunuco no me deja otra alternativa que escribirte desde aqui.
    Y tengo que decirte despues de leer tu post...WUUUUAUUUUU... que cosa mas preciosa, no me extraña que te costase tanto escribirlo. Querida abrir el corazon cuesta tannnto, es tan doloroso que aveces no compensa el dolor, pero me encanta tu valentia y tu ''caracter jejeje'' solo quiero decirte que eres una jabata, y que cracias a ese post much@s podran salir adelante sin miedo a nada.
    Gracias por todo por ser como eres.
    Mil besos.

    ResponderEliminar
  3. Dicen que el vértigo es el miedo que se siente hacia la libertad. Ahora que has llegado a la terraza del Empire State, que has andando tantas y tantas escaleras sola, parando poco en el descansillo - porque la parada siempre es más dura que el camino - ahora que te tuviste que dejar atrás tus stylettos, porque no caben piedras en la mochila, ahora que te pega el viento fuerte en la cara que, paradójicamente, no sentías por la protección que ofrecían las paredes de la escalinata; ahora, debes abandonarte a esa sensación, debes fluir, que desaparezca el miedo, el vértigo, que pronto se convertirán en seguridad, autoestima, autoconfianza, amor propio. Vida.
    No sabes cuánto te entiendo. He tenido que haces estos meses mi propio San Martín. Y cuando me veía limpio de sangre, resulta que siempre queda algún rastro.
    Pareadójicamente, tengo que abrazarme a este dolor tan profundo, para poder transformarlo.
    Lo que aceptas, se transforma, a lo que resistes, persiste.
    Aquí estamos.
    Un beso. Dos.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo soy yo, Arándano

    ResponderEliminar
  5. "haces equilibrios sobre la delgada línea del abismo de tu corazón"

    Pero no vas a caer, menuda eres tu querida, te permito un momento de tristeza, mirar hacia abajo cuando cruzes el abismo, te permito una lágrima por que estas limpian, pero no voy a permitir que te hundas y mucho menos que renuncies...
    Besos, ánimo, sabes que aqui estoy.

    PD: Me encanta el new look de tu kely ¡

    ResponderEliminar
  6. Ardo en la intriga de saber que anuncio es, que lo sepas, jajaja.
    besos nena.

    ResponderEliminar
  7. dimelooooo, por favorrrrrrrr

    ResponderEliminar
  8. La verdad es que te leo, te leo y creo que pro primera vez en mi vida te diré que me resulta difícil entenderte. A ver, entiendo todas y cada una de las palabras que escribes tomadas separadamente, pero las junto en frases y párrafos y de verdad que no entiendo o me quedo en la superficie y eso me preocupa, me preocupa porque no sé si aquí me hablas de cantos y de fantasmas reales, físicos y personales (personas del pasado) que de una manera u otra han vuelto o se trata de otro tipo de fantasmas, o el fantasma, no personal ni físico...

    Me inquieta y, sea cual sea la opción, no sé cuál me parece peor... eso sí, coincido con algún otro lector y te digo que me encanta esta nueva casa y sus muebles.

    ResponderEliminar