La tentación vive… ¡En Sanlucar!

Una vez más… La tentación no vive arriba, que proclamaba Billy Wilder. ¡No! Vive… ¡En Sanlucar!, (como ya conté la primera vez que fui allí, el paraíso para mi), y una vez más, está llamando a mis puertas mientras me debato en un… No se yo… yo no se. No se lo que me pasa… No se que voy a hacer. ¡Gran dilema! como veis, Jajaja…

Y es que, queridos TODOS que me leeis, desde que la primavera anunció que había llegado a nuestro querido Corteinglé, con menos glamour y gloria que otros años en cuanto a estrellas se refiere, ya que como todos sabéis, a estas alturas del año, la palabra prohibida es un hecho hasta para ellos, por mucho que el Zapatero mayor del reino, dijera que no, que no… que solo era un sueño… Lo cierto es, que las fiestas de primavera se suceden en nuestro calendario, y las ganas de fiestuki, (léase fiesta con los coleguitas), no decaen por mucha palabra prohibida que te taladre el oído día y noche, en los desayunos, en la comida, o en la cena. Y como no podía ser de otra manera, tras el carnaval que da el chupinazo de salida, llegaron Las Fallas de Valencia, donde lo quemamos tó, después La Semana Santa nacional e internacional, como el carnaval, seguida de la Feria de Abril de Sevilla, y tras ella, las fiestas de San Isidro Labrador en La Capi, Capital del Reino, que diría mi grelinno del alma querido, que cuentan, era más chulo que un ocho. Y ahora, antes de que los andaluces de nuevo, (por el Sur das un taconazo y se lía un sarao), crucen Las marismas del Guadalquivir por Doñana en dirección a la aldea del Rocío (Almonte) en Huelva, mis queridos gaditanos de Sanlucar, para más señas, y en concreto, mi Canalla querida, se halla dispuesta y esperándome, con traje de gitana incluido, para celebrar la Feria de Sanlucar de Barrameda, donde correrá La manzanilla, acompañada de camarones y regada por la brisa de Doñana y el Sol de Andalucía, que no es igual que el del Levante de mi corazón, que ya os lo digo yo… Y aquí ando yo, como La Marisol, que si, sí… que si, no… que ¿como me las maravillaría yo…? Porque la tentación, queridos TODOS que me leeis, es muy fuerte y no vive arriba. La tentación vive… ¡En Sanlucar!